El 28 de mayo 1987, dos años antes de la caída del Muro de Berlín, el alemán Mathias Rust voló en su avioneta desde Uetersen, Alemania, a Islandia, atravesó Noruega y Finlandia para finalmente aterrizar, de manera ilegal, en la plaza Vasilevski Spusk junto a la legendaria Plaza Roja, en Moscú, la antigua capital de la URSS. Tenía 19 años.

La Plaza Roja en Moscú, #Rusia. Fue bautizada como la “Plaza Roja” mucho tiempo atrás de que los comunistas tomaran el control durante la Revolución Rusa de 1917a 1919.
El joven Rust logró entrar al espacio aéreo soviético, eran tiempos de Mijaíl Gorbachov. A pesar de haber sido detectado, nunca se dio la orden para derribar a tan amigable e inocente avioneta.
Tiempo después, Rust declaró que si aterrizaje fue un intento por crear un “puente imaginario” hacía el Este. Después de su hazaña, Gorbachov destituyó a muchos militares soviéticos, entre ellos al ministro de defensa, Sergei Sokolov.
Aunque la URSS se encontraba en un importante proceso de reformas (perestroika y glasnot), Mathias fue condenado a 4 años de trabajo forzado por haber quebrantado a más de una ley… Además de haber puesto en tela de juicio a la milicia soviética.